Inmersa en:

INMERSA EN: NADA ENTRE MANOS....ESPERANDO GANAS.



lunes, 5 de febrero de 2018

Nostalgia escrita




  Sí, lo hago porque sin saber por qué, el corazón te da esa punzadita nostálgica y el cerebro automáticamente se apunta a un rato de diversión y manda ese impulso difícil de esquivar. Como el jodido me conoce bien, sabe que mis impulsos casi siempre son atendidos. Es  lo que tiene volverse impulsiva con los años, que no sé yo si demuestra algo de cordura en según qué situaciones.

He de decir que siempre he tenido a algunos de vosotros, ahí, enviando correos, "recordándome" que me recuerdan, echando broncas, sí, también ha caído alguna, aunque sé con qué intención, queriendo saber cómo me va la vida, regalando buenos deseos y demostrando que a pesar del tiempo, siguen ahí.
Pues yo también os recuerdo con cariño, claro que sí. Habéis sido muy importantes para mí.

Mi vida ha cambiado mucho en los dos últimos años. Y no sé si por esos impulsos locos o porque abrí los ojos y me di cuenta de que la vida todavía tenía mucho que regalarme y no soy yo de las que suelen despreciar regalos. Me convencí de que también yo tenía mucho que ofrecer y me aseguré de sacar partido al ofrecimiento mutuo y disfrutar, porque los malos momentos nunca se sabe cuándo pueden sorprendernos y es mucho mejor que nos atrape con la energía y la fuerza necesarias para hacerles frente.

Soy feliz, ahora más que antes, independiente por completo, sin cadenas, segura siempre de lo que hago, sin miedo (bueno sí, un poquito según a qué) y preocurando absorber lo bueno  que me venga y me haga disfrutar, sin pensar en aquello que quisiera tener y no tengo y agradeciendo siempre las nuevas oportunidades de ser feliz.

Quiero que sepáis que en algunos momentos pensé en el blog de nuevo, pero pronto la idea dejaba de convencerme, ya no creo que nada fuera igual, precisamente porque mis ideas han cambiado mucho y no creo que ahora pudiera escribir algo con interés para los lectores.
Publicar ahora, por agradecimiento y por nostalgia, que todo hay que decirlo, era un reto impuesto, algo que tenía que hacer y así dar las gracias a todos los que habéis estado y estaréis formando parte de mí.

Gracias de nuevo por ese apoyo incondicional.


Y cómo no...¡¡¡Muchos besos apretaos para todos!!! 


 

jueves, 30 de abril de 2015

HASTA SIEMPRE





 
HASTA SIEMPRE, MIS QUERIDAS PERSONAS


Vuelvo a escribir sólo para mí.  A veces pienso en dejar las dos o tres redes sociales que tengo, porque... a qué vamos a mentir, aparte de satisfacciones, también proporcionan decepciones, aburrimiento, hartazgo, desconfianzas  y hasta malestar a veces,  por ejemplo... el blog, que cada vez me cuesta más mantenerlo, miro a un lado y veo a mis seguidores, la mayoría impersonales, anónimos y a los que no tengo demasiado apego...  sin embargo, si miro más de cerca, puedo comprobar que hay un buen manojito de ellos, que están ahí, sin demasiada exposición inútil, pero que con un simple silbidito aparecen sin tardanza para saber qué pasa, qué te pasa o cómo lo pasas... Si les necesito... están siempre, para apoyarme, para animarme, para quererme y para hacerme sentir orgullosa de conocerles y han habido  veces de que me he alegrado de ser como soy porque eso es lo que ha hecho que ellos me aprecien sin más... no he hecho más que ser yo misma y devolverles un poquito de lo mucho que ellos me dan,  no saben   lo que valen ellos para mí.
 
Después de pensarlo, vuelvo a necesitarles y me cuesta abandonarlo todo, aunque eso no quiere decir que algún día dé el trabajo por terminado, cierre una etapa y les eche de menos como una loca.

No vamos a engañarnos, o por lo menos yo no voy a engañarme... me es muy necesario cerrar etapas porque es la única forma de que se puedan abrir otras y me duele en el alma hacerlo porque sé que siempre formará parte de mí y  será como si  recordara un trozo de mi vida cuyo lugar es, de nuevo, ese tesoro bajo la encina.

Ahí estoy, luchando conmigo misma,  a ver qué parte de mí gana, pensando, decidiendo qué hago en la vida y a dónde voy, intentando encontrar otra vez algo de lo perdido o por lo menos, encontrarme yo.





Hasta aquí, lo tenía en borrador esperando no tener que publicarlo por si cambiaba de opinión, pero lo he vuelto a pensar y ya veis qué parte ha ganado.
Os dejo con lo que siento en estos momentos: 






No dudéis ni por un segundo de que os quiero mucho a todos los que habéis formado parte de "Mis queridas personas", que siempre me alegré de haber acertado con el nombre del blog, porque es lo que habéis sido para mí y de haber podido contar con todos vosotros en mis pequeñas locuras, que sois vosotros los que habéis hecho el blog y no yo, los que con vuestro apoyo, ánimo y cariño habéis conseguido que tras mis bajadas en picado de la montaña rusa, volviera a surgir con la esperanza de estar otra vez a vuestra sombra, la misma que me ha cobijado en los peores momentos.

No voy a eliminar el blog, no creo que sea necesario. Tampoco voy a nombraros, sabéis de sobra quiénes sois mis más queridos amigos, no comento a los que no lo son.
Sed felices... sobre todo eso, intentad conseguir vuestros sueños sin perjudicaros y compartid todo lo que tengáis para dar con las personas que os rodean, saldréis ganando siempre.

Y si podéis, recordad alguna vez, da igual a quién: Yeste, Tere, María, Yaya, Teresa, Abu, Mayte, Mariyeste, Yes, Maritere... seguro que se me queda alguno más en el tintero, pero da igual, respondo a todos.

Mis últimos besos apretaos quiero que os lleguen a donde deben y como deben, todos  con un trocito de corazón en ellos...



Hasta siempre





 

martes, 28 de abril de 2015

TE QUIERO EN MIS NOCHES


 
Hoy me he despertado con  él en la cama, abrazada a él, me quedé dormida con él en mi pecho después de una noche intensa de amor, de deseos, de confidencias al oído, de alguna que otra riña sin mayor importancia (diversidad de opiniones), abriéndole mi corazón para decirle lo que siento... y él con una paciencia infinita me escuchaba, me soportaba, me miraba con dudas... pero no se separó de mí ni un sólo segundo, por eso le quiero, porque me ha sabido sobrellevar todo este tiempo, aguantando mis malos momentos, pero también se ha alegrado conmigo,  ha reído conmigo, ha sentido conmigo y  ha llorado cuando me ha visto llorar.
Sabe que mi tristeza busca su refugio en él y no le importa, ahí está, esperando siempre que vaya a buscarle, él sabe que cuando estamos juntos soy otra, me vuelvo cariñosa, picarona, fogosa, desinhibida, capaz de expresarle todas mis fantasías e ilusiones cuando me desnudo completamente y sabe que me tendrá siempre y que será al único al que acuda cuando necesite disipar mi confusión y cuando necesite recordar cuánto me quiere.
 
Con él soy celosa, lo confieso, no quiero que le toquen otras manos que no sean las mías, que le haga vibrar nadie más que yo, que sea el disparate de nadie más, sólo mío... y yo en cambio, le prometo que seré siempre suya, que nunca más le contaré al viento mis emociones, que sé que sabe guardar mis secretos y que el mundo nunca sabrá por mí, la relación tan especial que tenemos desde hace tanto tiempo.
El único que me regala sonrisas y me devuelve sentimientos que hacen que mi alma despierte de nuevo... en cada anochecer.
 
Son las páginas de la vida, que se van escribiendo día a día.


















 


miércoles, 22 de abril de 2015

CARMELA (Reposición)

 
 
 
 
 
Este relatillo se publicó hace tiempo en otro blog respondiendo a una convocatoria para el  juego de los dados Storie Cubes, donde hay que utilizar las  palabras que salgan en las caras de los dados.
Os dejo  el relato con el que colaboré. Las palabras subrayadas eran las obligatorias.
Seguro que alguno lo recordará, pero hoy toca reposición.
 
 
 
 
 ¡¡GRACIAS CARMELA!!




Se agachó con trabajo, su rodilla derecha dolía y crujía cuando la forzaba en esa postura, pero su curiosidad superaba con creces el dolor, era como el aguijonazo de una abeja cuando le picaba la curiosidad... y claro está, no pudo por menos que echar una ojeada, nunca mejor dicho, por el ojo de la cerradura.

El extraño ruido de pasos que se escuchaba al otro lado de la puerta le inquietaba, se moría por saber qué estaba pasando en la habitación contigua.  Por un momento, lo que veía no tenía nada de anormal....a la loca de su jefa yendo y viniendo de un lado a otro con paso ligero y nervioso...¡bah!, ya está otra vez con el mono, los ansiolíticos le pasarán factura algún día... Cuando volvió a echar otra miradita, la vio tendida en la cama y llorando desconsoladamente...¡voy a entrar!..pensó, quizás me necesite...metió la mano en el bolsillo de su delantal y tanteó...¡siempre me pasa igual! ¡todo lo voy echando al bolsillo!...repasaba mentalmente....un pañuelo, un blister de medicamento, una manzana distraída del frutero de la cocina, un coletero negro, una lista de compras, un reloj de pulsera Cartier que se había "encontrado" entre los cojines del sofá y ¡¡por fin!!...una anilla metálica con las llaves de la casa.
 A punto estaba de meter la llave en la cerradura cuando oyó su nombre en tono alterado, miró hacia atrás y vio como un agente de policía que acompañaba  al dueño de la casa, le daba el alto con la mano para que desistiera de su idea de entrar en la habitación; se quedó blanca, su cuerpo temblaba visiblemente y hasta su voluminoso vientre se quejaba de retortijones, toda ella se descompuso, por su mente pasaron en cuestión de segundos las imágenes de su detención, del castigo de la Justicia y de su posterior encarcelamiento...¡¡madre mía!! ¡ y todo por un relojito de nada!.
Cuando el agente llegó a su altura, la apartó bruscamente y comprobó que la puerta estaba cerrada, su jefe se acercó a ella y le dijo: "Gracias por intentar entrar, Carmela, mi mujer me ha llamado para comunicarme que iba a suicidarse y no he tenido más remedio que venir con la policía, a ver si así se le quitan las ganas de utilizar siempre la misma excusa para que no la deje"...¡uff, menos mal! no saben nada...¡yo me largo de esta casa de locos y no vuelvo más!
Cogió su abrigo del perchero, se lo colocó encima del delantal y salió dispuesta a pisar el acelerador de su flamante coche aún a riesgo de que la pararan por exceso de velocidad, teniendo en cuenta la "L" que lucía en el cristal trasero del vehículo.





viernes, 10 de abril de 2015

DE ESPALDAS



Miró la pantalla de su teléfono y allí estaba, el aviso de un mensaje.  No podía entenderlo, ¿porqué coño le hablaba? ¿no sabe que no quiere saber nada de él? ¿acaso no le quedó suficientemente claro?

¿Porqué habrá tenido que hacerlo?... Ni siquiera le importaba volver a remover en ella todo lo pasado y ¡vaya si lo había removido!

Recordó lo mal que se sintió siempre, recordó que acudía a él en busca de apoyo, esperando que la abrazara y le hablara con cariño, sentirse segura con su abrigo... pero sólo lo esperó... nunca lo obtuvo.

Y nunca lo entendió, nunca supo cómo fue capaz de ignorarla, de humillarla, de tratarla como si acabara de salir de un manicomio, de negarle el obligado cariño que ella le había tenido... sólo un "estás loca" como respuesta...

Fue su forma de vivir el problema, él no supo, no quiso o no pudo afrontarlo y lo vivió de espaldas, sin importarle lo que dejaba atrás ni las consecuencias que traería en el futuro. 
 Y lo que dejó atrás fue un cariño desmedido... adoración casi, una confianza ciega en él, la sensación de que siempre estaría unida por un lazo que nadie rompería... Fue entonces cuando supo que todo se había perdido, que ya nunca sería la misma y que a partir de ese momento ya nada sería igual.

Todo eso vino a su memoria mientras iba llegando a donde la habían citado... al hospital.

Entró en la habitación nerviosa, temiendo lo que encontraría, le miraba con curiosidad y una tremenda lástima a pesar de todo... se sentó a su lado y se quedó observando aquella cara que hacía tanto que no veía y deseó que nada de lo que había estado guardando en un rinconcito de su memoria fuera verdad... pero lo era y no podía remediar la falta absoluta de sentimientos hacia él...

En ese momento el hombre abrió los ojos trabajosamente y la miró... una lágrima solitaria resbalaba sorteando arrugas...

¡Hola papá... estoy aquí!







martes, 31 de marzo de 2015

SABOREANDO...

 
 
 
 
No hubiera querido que fuera así, ella le había obligado, no estaba dispuesto a consentir que nadie le usurpara el puesto que le correspondía por derecho, él era el que se había preocupado por conservar el patrimonio y sacar a flote la empresa familiar, siempre había sido él.
 
 
Su hermana estaba acostumbrada a vivir bien, preocupada sólo por recibir el talón mensual que acordaron cuando su padre murió y decidieron el reparto de la herencia... ahora no podía echarse atrás ni pretender venir a hacerse cargo de su parte de la compañía cuando ya todo funcionaba a la perfección.
 
Una invitación a cenar por su parte, su hermana acepta y la velada transcurre entre conversaciones banales, sonrisas forzadas y miradas esquivas.
 
Sobremesa...una copa en las manos y un cigarrillo entre los dedos, la conversación da un giro esperado y las voces empiezan a sonar más altas cada vez.
Ella sólo quería que firmara el documento que le traía, había tomado una decisión y nadie le haría cambiar de opinión, ni siquiera su "querido" hermano, no se iría de aquella casa sin haber conseguido lo que había ido a buscar.
 
Por otro lado, él no estaba dispuesto a concederle ninguna de las exigencias que su hermana le impusiera, también su vida estaba llena de lujos y a eso se acostumbra uno pronto, permanecía soltero porque los vicios que había adquirido con esa vida, le salían demasiado caros como para compartir sus ingresos con una advenediza que no se había preocupado lo más  mínimo nunca por el negocio familiar.
 
Vio impávido como su hermana perdía el color de su cara, y a sus ojos les costaba centrar las pupilas en el punto elegido, sus manos iban de la garganta al estómago, apretando y retorciendo la ropa como si eso pudiera aliviar el horrible dolor que la destrozaba por dentro.  Sintió como los ojos perdidos de su hermana intentaban fijar su mirada en él y fue en ese momento cuando, por un instante, pasó por su mente un fugaz recuerdo de su niñez, en el que una preciosa niña le consolaba el llanto tras una caída y limpiaba con cariño la sangre que salía de su rodilla.
Corrió a su lado intentando devolver a aquél cuerpo retorcido algo de la vida que se le había escapado. Y le dolió en el alma aquella mirada fija y clavada en él, aunque su conciencia le seguía diciendo  que ella se lo había buscado y que ya no tendría de qué preocuparse.
 
Abrió el bolso buscando el documento para firmar y arrojarlo al fuego, lo leyó y mientras lo hacía, sus fríos ojos se humedecieron, algo le decía en su interior que sus problemas acabarían aquella misma noche. Se dirigió al bar y se sirvió otra copa... dio un sorbo y paladeó, después sacó otra botellita del bolsillo de su chaqueta y añadió unas cuantas gotas, volvió a beber... de un trago esta vez... y saboreó...
 
Nunca pensó que su imagen llegara a ser alguna vez tan grotesca, tendido en el suelo, con las piernas encogidas y su cara desfigurada por muecas de dolor.  En su mano izquierda un documento firmado por su hermana en el que le cedía todas sus acciones de la empresa, el patrimonio conseguido hasta el momento y todo el efectivo de sus cuentas bancarias. 
También le decía que tenía una enfermedad terminal y que en unos meses todo pasaría a sus manos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


sábado, 21 de marzo de 2015

AL ALMA

 
 
 
 
 
Abro y cierro los ojos... no sé... no he investigado, pero supongo que cientos de veces al día... abro y cierro, abro y cierro... parpadeo le llaman. Por mucho que lo haga, cuando están abiertos, la vista no cambia, sigue siendo el mismo paisaje, un paisaje que no todos ven o al menos no de igual forma.

Pero es un paisaje extenso, donde puedo esconder lo que quiera al pie de una encina, sin que nadie pueda adivinar cuales son las raíces que le sirven de cuna. Allí quedarán para que vuelvan a mí cuando  sienta la necesidad de comprobar que siguen ahí, la necesidad de volver a ver esos  preciosos trocitos, de acariciar cada uno con la esperanza de notar su calor y su color y que me transmitan aquello que sentí y que me hizo guardarlos con tanto celo.
 
Sé guardar tesoros y además soy egoísta porque no los comparto, tengo miedo  de que alguien intente arrebatármelos, de que alguien quiera que olvide el sitio donde se esconden,  de que me digan que ya no tienen valor y que son joyas enmohecidas.  No me importa, son mías, mis joyas, para mí de un valor incalculable, piedras preciosas que con tan sólo pasarles la mano volverán a lucir sus destellos para mí y yo retrocederé en el tiempo y recordaré cada uno de los momentos exactos en los que conseguí las piezas de mi tesoro... una a una...

Son mis joyas...  las joyas que  adornan mi alma.