Hay veces que no se comprende cómo personas tan distintas pueden llegar a ser compatibles, personas de cualquier parte de la geografía, entre las que hay cientos de kilómetros de distancia, de las que nos separan quizás el idioma o dialecto, de las que su carácter nos puede parecer muy serio o demasiado abierto, de las que siempre hemos oído hablar con una etiqueta colocada, colgando de su lugar de nacimiento...
¿Seguro que es así?
Madrileños, maños, catalanes, gallegos, manchegos albaceteños, asturianos, mallorquines o andaluces.... Todos nacidos muy lejos unos de otros y cada uno con distintas raíces y costumbres. Cada uno con una fama añadida por el simple hecho de pertenecer a distintas regiones y porque alguien en algún lugar dijo alguna vez cuáles eran las diferencias entre nosotros... Alguien que se dedicó a estudiar tópicos y estereotipos territoriales y que a partir de ahí, que no digo yo que no tuviera alguna experiencia y razón en sus convencimientos, (porque gracias a Dios, no nos hicieron a todos iguales y de todo hay en la viña del Señor), nos colocó el sambenito que nos define y así se quedó.
Madrileños: charlatanes, abiertos, chulos, generosos, prepotentes, simpáticos, juerguistas, hospitalarios... y un sinfín más de adjetivos tanto a favor como en contra, (sólo pondré unos cuantos de cada uno de los gentilicios).
Maños: tercos, orgullosos, nobles, atentos, bebedores, generosos, expresivos, tenaces, pasionales...
Catalanes: Serios, sinceros, trabajadores, desconfiados, discretos, comilones, bebedores, tacaños, tímidos...
Gallegos: trabajadores, desconfiados, hospitalarios, indecisos, sarcásticos e irónicos, extraños, bebedores...
Manchegos: campechanos, bonachones, socarrones, honrados, coléricos, recelosos, trabajadores...
Asturianos: trabajadores, sobrios, leales, honrados, comilones, ruidosos, hospitalarios, exagerados, familiares, bebedores, fiesteros...
Mallorquines: reservados, cerrados, suspicaces, sencillos, tradicionalistas, enérgicos, inexpresivos, despreocupados...
Andaluces: alegres, juerguistas, vagos, hospitalarios, cariñosos, simpáticos, apasionados, extrovertidos, inconstantes, habladores...
Pero lo que no dice nadie es que tenemos la suficiente capacidad de adaptarnos entre nosotros, que nos da exactamente igual lo que digan de nuestra forma de ser porque en el peor de los casos sabemos que no es así como somos, no tal que así, que exageran los que hablan, que nos han definido sin conocernos en profundidad, que tenemos como todo el mundo nuestras virtudes y nuestros defectos y que somos erróneamente perfectos, que somos capaces de sentir que no hay distancia, que lo kilómetros se convierten en centímetros con nuestra amistad y nuestro cariño y que los sentimientos son un denominador común en nuestras relaciones... lejanas, pero ahí estamos, muy cerca unos de otros, aunque no nos alcancemos con la vista, siempre estaremos ahí....¿o no, chicos?
NY: Todos las definiciones que nos adornan, prometo que las he encontrado en Tito Google, pero no confío yo en que tenga toda la razón, no al cien por cien, jajaja.
Madrileños: charlatanes, abiertos, chulos, generosos, prepotentes, simpáticos, juerguistas, hospitalarios... y un sinfín más de adjetivos tanto a favor como en contra, (sólo pondré unos cuantos de cada uno de los gentilicios).
Maños: tercos, orgullosos, nobles, atentos, bebedores, generosos, expresivos, tenaces, pasionales...
Catalanes: Serios, sinceros, trabajadores, desconfiados, discretos, comilones, bebedores, tacaños, tímidos...
Gallegos: trabajadores, desconfiados, hospitalarios, indecisos, sarcásticos e irónicos, extraños, bebedores...
Manchegos: campechanos, bonachones, socarrones, honrados, coléricos, recelosos, trabajadores...
Asturianos: trabajadores, sobrios, leales, honrados, comilones, ruidosos, hospitalarios, exagerados, familiares, bebedores, fiesteros...
Mallorquines: reservados, cerrados, suspicaces, sencillos, tradicionalistas, enérgicos, inexpresivos, despreocupados...
Andaluces: alegres, juerguistas, vagos, hospitalarios, cariñosos, simpáticos, apasionados, extrovertidos, inconstantes, habladores...
Pero lo que no dice nadie es que tenemos la suficiente capacidad de adaptarnos entre nosotros, que nos da exactamente igual lo que digan de nuestra forma de ser porque en el peor de los casos sabemos que no es así como somos, no tal que así, que exageran los que hablan, que nos han definido sin conocernos en profundidad, que tenemos como todo el mundo nuestras virtudes y nuestros defectos y que somos erróneamente perfectos, que somos capaces de sentir que no hay distancia, que lo kilómetros se convierten en centímetros con nuestra amistad y nuestro cariño y que los sentimientos son un denominador común en nuestras relaciones... lejanas, pero ahí estamos, muy cerca unos de otros, aunque no nos alcancemos con la vista, siempre estaremos ahí....¿o no, chicos?
NY: Todos las definiciones que nos adornan, prometo que las he encontrado en Tito Google, pero no confío yo en que tenga toda la razón, no al cien por cien, jajaja.